Cada Ikebana es irrepetible
Dejémonos asediar por la manifestación intuitiva al componer nuestro Ikebana.
Deleitémonos dándole a nuestra imaginación todo el atrevimiento de expresar lo que sentimos en ese momento.
Cuando aprecias el momento presente, toda nuestra infelicidad y fatiga se esfuma y así empezamos a irradiar nuestra sutilidad y alegría.
Todo lo que hagas, permanecerá impregnado de amor, delicadeza y belleza.
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