Ikebanas, siempre únicos
Hace catorce años que empecé a hacer Ikebana. Durante éstos años he aprendido y profundizado en la esencia del "camino de las flores" descubriendo poco a poco la perfecta unión con la Naturaleza.
Cuando creamos un Ikebana, hacemos que todos nuestros sentimientos se plasmen en él, construyendo un pedacito de Naturaleza.
Cada Ikebana que realizamos es irrepetible, por la circunstancialidad del momento presente, por nuestro estado anímico, por el material utilizado...¡ése momento es único! ¡¡Vívelo!! ya que nunca volverá a ser exactamente igual.
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