Al principio de los tiempos, todo era sagrado. El hombre daba culto al gran misterio de la vida y la naturaleza como formas de divinidad. En las visiones de los antiguos sobre el paraíso y la felicidad, nos encontramos como símbolo la representación artística de maravillosos lugares y jardines bañados por aguas cristalinas. El hombre antiguo empieza a crear "pedacitos de cielo" para acercar lo sagrado del universo a su vida cotidiana. Hoy, todos los que entendemos que la naturaleza es la belleza visible de Dios, adoramos todos esos parajes naturales de la tierra, que nos transportan al mismo edén, y que nos dan una paz profunda y curan nuestra alma.
Ese trocito de tierra para este proyecto, está en un lugar privilegiado y con el fantástico trabajo que el Dr. Enrique E.Rodríguez Tosto está haciendo, conseguirá que este sueño pronto sea una realidad: la construcción de ese jardín. ¡EL JARDÍN DEL DELTA!, sólo es cuestión de tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario